miércoles, 23 de febrero de 2011

Sentimientos rotos en un mar de palabras saladas.

La gente.
Tonta con sus sentimientos.
Intentando ponerse máscaras que creen que les hace inmunes.
Todo lo que hay alrededor, por muchas máscaras que tengas, afecta.
Intentan colocar un caparazón en el corazón.
¿Por qué?
¿Qué hay de malo en que el mundo te vea llorar?
¿Qué hay de malo en que tengas que parar a respirar mientras el murmullo de las personas siga ajeno?
Caer inconsciente, y volver a levantar.
Vaya dilema este.
La gente.
No se enteran que todos, por muchas vacunas que nos pongamos, seguimos siendo débiles.
¿Qué tiene de malo levantar al que vemos que ha caído?
¿Qué tiene de malo abrazar al que vemos que llora?
¿Por qué?
Decidme, darme explicaciones.
Que no os entiendo.
Así es la gente del mundo, incomprensible.
Seguiros poniéndoos ese antifaz cutre.
Que yo seguiré andando y cayendo mientras el mundo mira mis pasos al desplomarme, como vecinas cotillas que no hacen nada más que criticar y no socorrer. Mirándonos como desconocidos que somos.

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